Aunque la lasaña es uno de mis platos favoritos y en casa la preparamos con relativa frecuencia (bien con ragú napolitano de ternera o ragú boloñesa) hasta hoy no se había asomado por deliciosidades.
Y si aun no había aparecido por aquí es porque no acaba de conseguir una versión tan fotogénica como sabrosa. Pero hoy, por fin, he conseguido una lasaña que, fotográficamente hablando, no desmerece el sabor de la misma. Y me alegro de que haya sido esta por varios motivos. El más importante quizás es que esta lasaña, después de haberle dado vueltas a la idea durante mucho tiempo, está hecha con pasta casera fresca.
Obviamente, el hacerla así requiere de más tiempo en la cocina y de cierta planificación ya que en paralelo con la preparación del ragú napolitano de ternera y la salsa de tomate hay que amasar, enfriar, estirar y cortar la pasta.
Os dejo con la receta y, como siempre, espero que os guste.
- Ingredientes:
- Para la pasta fresca:
- 2 huevos.
- 1,5 tazas de harina (aprox.)
- 1 cucharada de aceite.
- Sal y pimienta.
- Para la salsa de tomate:
- 800 g de tomates maduros.
- 2 dientes de ajo.
- Albahaca y tomillo.
- 1 cucharada de vinagre.
- Aceite, sal y pimienta.
- Para el ragú de ternera:
- 500g de carne de aguja ternera.
- 100g de champiñones frescos laminados.
- 1 vaso de vino tinto.
- 1/2 cebolla.
- 2 zanahorias medianas.
- 2 dientes de ajo.
- Aceite, sal y pimienta.
- Para armar la lasaña.
- 1 bola de mozzarella fresca.
- Bechamel.
- Queso Emmental para gratinar.
- Preparación:
En primer lugar es necesario preparar la pasta fresca para enfriarla en la nevera y que así sea mas fácil cortarla y preparar las placas necesarias para la lasaña. Aquí sólo tenéis que seguir la
receta de pasta casera de huevo pero reservándola ya que, como vamos a hornearla con suficiente salsa de tomate, no será necesario cocerla previamente. De cualquiera manera, aunque con la pasta fresca la lasaña gana muchos enteros, se puede preparar con una pasta seca de calidad y obtendremos un resultado delicioso.
Para el ragú, salteamos ajos y cebollas picados y después añadimos la zanahoria también picada. Cuando empiece a ablandarse, añadimos la carne y los champiñones, sofreímos a fuego fuerte y cuando estén dorados, bajamos el fuego agregamos el vino y lo dejamos consumir lentamente.
Mientras termina la cocción del ragú y la salsa de tomate, podemos cortar la mozzarella en rodajas, precalentar el horno a 200ºC y comenzar la bechamel. A mi me gusta la receta de La cuchara de plata, pero ahí cada maestrillo tiene su librillo, así que dejo la preparación a vuestra elección.
Listos todos los ingredientes, montamos la lasaña en el recipiente en el que la llevaremos al horno. Lo más aconsejable es comenzar por una pequeña capa de tomate (que permita despegarla después y proporcione líquido a la pasta para su cocción) y a partir de ahí iremos completado siguiendo un patrón de: tomate, pasta, relleno y mozzarella hasta llegar a la cobertura de bechamel y queso emmental para gratinarla.
Finalmente, horneamos durante unos treinta minutos a 200ºC.