Os dejo hoy una receta para hacer unos bastones de pan aderezados con
sal maldon y romero que están a medio camino entre las
salaillas granainas y los grissinis italianos y que, a mi parecer, reúne lo mejor de ambas elaboraciones.
- Ingredientes (para dos tortas de unos ocho/nueve bastones):
- 200 ml. de agua.
- 2 cucharadas de aceite de oliva para la masa + 2 cucharadas para barnizar el pan.
- 1 cucharadita de sal fina de mesa.
- 3 cucharadas de sal maldon para la costra (puede cambiarse por sal gorda).
- 400 g. de harina de fuerza.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 12 g. de levadura fresca.
- 3 cucharadas de romero para la costra.
- Elaboración.
En un bol, vertemos el agua, la sal y el azúcar y disolvemos. Una vez hecho esto, añadimos la levadura desmenuzada y disolvemos. Agregamos el aceite, la levadura y mezclamos bien los ingredientes. Una vez eliminados los grumos y obtenida una masa uniforme, llevamos a la mesa y amasamos hasta que quede elástica. Hacemos dos bollos y amasamos cada uno de ellos sobre una hoja de papel de hornear hasta hacer una torta de apenas 3 ó 4 milímetros de alto.
Pintamos las obleas con aceite y hacemos cortes longitudinales de unos dos dedos de ancho pero sin llegar a los bordes del pan (para que no se separen). Espolvoreamos la sal maldon y el romero y dejamos leudar durante media hora, tiempo que aprovecharemos para precalentar el horno a 220º con dos bandejas dentro.
Pasada la media hora de fermento (aun no habrá subido mucho) ponemos un poco de agua en el fondo del horno para aumentar el vapor y llevamos las tortas al interior del mismo. Bajamos la temperatura a 175º y dejamos hornear durante unos 30 minutos o hasta que se dore adecuadamente.
Para servirlas, partimos los palitos que pueden usarse como aperitivo o acompañamiento para salsas ligeras (guacamole, queso batido,...)