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La receta de los cruasanes que usaba hasta ahora estaba bien, no seré yo quien diga lo contrario. Pero había algo que no acaba de convencerme, su miga estaba más cerca del pan de leche que del toque hojaldrado que (al menos para mi) debe tener un buen cruasan así que, después de evolucionar la receta de pizza artesana que usamos en casa hasta un punto con difícil mejoría, ha llegado el momento de investigar en busca de una buena receta.
Después de un buen rato de investigación e interesante lectura en el foro del pan, me quedé con dos recetas bastante similares en cuanto a ingredientes y proporciones con las que empezar a trabajar, la de la chica de las recetas y la de l'exquisit. De estas dos, he seguido principalmente la de l'exquisit, incluyendo la elaboración usando prefermento y masa, y el resultado ha sido más que bueno: Un hojaldrado muy rico, una textura muy interesante (crujiente en superficie) y un sabor suave pero... Si. Hay un pero. El encapsulado de la mantequilla no ha ido bien y en el último pliegue y giro de la masa se ha abierto y ha perdido un poco al abrirse el laminado, por lo que no he podido extenderla todo lo necesario antes de formar las medias lunas de modo que las capas no han sido todo lo finas que me habría gustado aunque, como os digo, estan buenísimos.
Ya he tomado nota de las posibles mejoras y cuando los haga de nuevo, os contaré qué tal han salido.
Bizcocho de yogurt, el epítome de la repostería casera. Cuando era pequeño, las tardes de domingo invernales olían a bizcocho de yogurt, a torta de matalauva o a roscos fritos de modo que en nuestro imaginario familiar, este bizcocho de yogurt (o alguna de sus variantes) es lo más parecido que tenemos a las madalenas de Proust.
- Ingredientes:
- 3 huevos.
- 1 medida de yogurt, preferentemente de limón.
- 2 medidas de azúcar (o 1 de azúcar glas y 1 de azúcar granulado).
- 3 medidas de harina floja.
- 1 medida de mantequilla sin sal.
- 1 sobre de levadura en polvo.
- La ralladura de un limón.
Batir huevos, yogurt, azúcar y mantequilla en pomada hasta homogeneizar. Añadir harina y levadura tamizadas y seguir batiendo hasta obtener una pasta cremosa y sin grumos. Verter en un molde engrasado y enharinado y hornear durante 45 minutos a 150º C.
Tartaletas de pasta frolla con mermelada de fresa.
La receta para la pasta frolla en mi nueva libreta de recetas:
La receta para la pasta frolla en mi nueva libreta de recetas:
Ahora que nadie nos lee, os voy a confesar un pequeño secreto: Aunque lo disimule, soy un goloso redomado.¿Os habéis recuperado ya de tan espectacular y sorpresiva revelación? Bien, sigamos adelante entonces. Soy un goloso y me encantan los gofres (los gofres, los cruasanes, las madalenas, las palmeras de chocolate, las berlinas rellenas y un excesivamente largo etcétera).
Pero hoy nos vamos a centrar en los gofres. En los gofres y en las obviedades. Para hacer gofres hace falta una gofrera. Parece obvio pero, ¿lo es? La gofrera, en esencia, moldea unas cucharadas de masa a un grosor por debajo del medio centímetro en forma de panal y la calienta hasta cocinarla y caramelizarla parcialmente. ¿Qué sucede si te apetece comerte un gofre a una hora intempestiva y no tienes gofrera? Obviamente no vas a poder hacerlos. Pero como no hay cosa más peligrosa que un cocinillas con hambre y tiempo libre para experimentar, hete aquí que la fantástica receta de gofres de Sonia (L'Exquisit) acabó convertida en receta de galletas "gofreras" después de adaptar los ingredientes a los que tenía en la nevera (en casa no uso margarina y la cambié por mantequilla) y pasar por mi horno.
El primer experimento salió bastante rico (unas galletas abizcochadas, muy tiernas) y días después preparé algunas versiones (con canela, con coco, glaseadas,...) con la diferencia de que esta segunda vez si las dejé enfriarse sucediendo algo muy curioso: Pasaron de estar tiernas y abizcochadas a estar crujientes en cuestión de media hora. A ver, los del fondo, menos risas que ya había comentado que soy un goloso.
En fin. Si queréis preparar unas galletas en el estilo de las lenguas de gato con una sencilla receta, tomad nota.
Ingredientes:
- 3 huevos.
- 180 g de harina floja (de repostería).
- 10 g de azúcar vainillada.
- 10 g de azúcar glas.
- 180 g de mantequilla.
- 5 cucharadas de coco rallado fresco.
- Esencia de vanilla.
Preparación:
Ponemos la mantequilla a punto de pomada y la llevamos a la batidora donde la mezclamos con los dos tipos de azúcar y la batimos hasta emulsionar. Añadimos después los huevos y la esencia de vainilla y cuando se haya homogeneizado la mezcla, agregamos la harina tamizada y el coco y seguimos batiendo hasta que tengamos una crema fina.
Precalentamos el horno a 175º y en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear preparamos pequeñas porciones de la crema usando una manga pastelera. Ojo aquí porque la masa al entrar en el horno perderá la consistencia y se expandirá mucho por lo que será necesario tener unas cuantas bandejas para hornear de a poco y que las galletas estén separadas entre si.
En el horno las tendremos unos 12-13 minutos (o hasta que se empiecen a dorar) y las dejaremos enfriarse unos quince o veinte minutos en una rejilla para que la textura quede crujiente y podamos apreciar los matices en el sabor. De lo contrario, nos las comeremos calentitas, tiernas y aromáticas y seguro que ninguno de nosotros quiere eso. Ejem.
Debo reconocer que la última vez que hice una angélica el aspecto resultante fue muy distinto y es que cualquier cambio en las harinas o en la categoría de los huevos utilizados varía mucho el resultado final de la masa en cuanto elasticidad y facilidad de manipulación y, en esta ocasión, no quedó todo lo elástica que era necesario para poder estirarla bien. Aun así, el sabor de este dulce es fantástico y como se que lo haré de nuevo muy pronto, traeré alguna foto más para que veais el resultado.
Ingredientes.
Para el prefermento.
- 135 g de harina de fuerza.
- 5 g levadura fresca.
- 75 g de agua .
- 400 g de harina de fuerza
- 75 g de azúcar
- 120 g de leche
- 3 yemas de huevo
- 1 c/c. de sal
- 120 g de mantequilla + 50 g para el relleno
- 6 cucharadas de azúcar glas.
- 1 clara de huevo.
- 100 g de pasas.
- Canela y cacao en polvo.
Mezclar los ingredientes del prefermento en un bol y dejar que actúe la levadura por, al menos, un par de horas.
Mezclar el azúcar con la leche, las yemas de los huevos, el azúcar y la sal y batir hasta que quede bien mezclado. Añadir la mantequilla en pomada y, una vez disuelta, añadir la harina y comenzar a amasar. Cuando esté bien amasado, añadir el prefermento y unir las dos masas hasta que quede homogénea.
Cubrir y dejar reposar hasta que duplique su tamaño.
Con la masa lista, la llevamos a la mesa de trabajo y procedemos a alisar el bollo con el rodillo hasta que nos quede un rectángulo lo más fino posible (la masa es bastante elástica y podemos hacerla muy fina). Una vez extendida, la cubrimos con los 50 gramos de mantequilla que previamente habremos derretido y que extenderemos con un pincel hasta pintar la cara superior de la masa. Espolvoreamos un poco de canela y cacao y repartimos las pasas por la superficie. Una vez hecho esto, plegamos la masa sobre si misma haciendola girar dejando dentro el rellno y haciendo un rollo.
Una vez hecho el rollo relleno, lo hacemos girar para estirarlo lo máximo posible y, una vez alcanzado ese punto, lo doblamos por la mitad haciendo una trenza con el mismo. Si la trenza es lo suficientemente larga, la depositamos en el molde en el que la vamos a hornear haciendo un rosco alrededor de un vaso (como si la trenza fuese un donut) que retiraremos justo antes de hornear.
Dejamos la masa madurar otros 20 minutos más mientras precalentamos el horno a 180º y una vez transcurrido ese tiempo la introducimos en el horno donde la tendremos una media hora (hasta que se dore la superficie). En este tiempo, prepararemos una glasa ligera con la que cubriremos la angélica cuando la saquemos del horno y, una vez hecho esto, la volveremos a llevar al horno (ya apagado) para cocinar la glasa.
Creo que esta receta de los Kanelbullar (los bollos suecos de canela) es una de las que más trabajo me ha dado nunca y, de momento, es la única que he estado a punto de abandonar a la mitad porque creía que había algo que no estaba haciendo bien. Pero no, no era el caso. Lo que ocurría, sencillamente, es que la receta (que podéis encontrar en la página de Ondakín) es complicada y la textura de la masa con la que trabajar, muy compleja.
Os dejo la lista de ingredientes pero la receta prefiero que la consultéis en la antigua página de Mikel, que para eso es el autor.
Sólo unas anotaciones sobre la preparación:
- La harina parece poca porque con estas proporciones la masa es extremadamente pegajosa y se hace complicado amasar y montar así que tened mucha paciencia y usar mucho papel de horno antiadherente pero no cambiéis las proporciones aunque aquello no parezca estar bien.
- Los bollos crecen mucho en el horno así que conviene separarlos mucho en la bandeja (no poner más de cuatro en una de tamaño normal) para que no se peguen entre ellos.
Ingredientes (para 12 bollos):
- 600g. de harina.
- 50g de levadura fresca.
- 500 ml. de leche entera.
- 250g de mantequilla.
- Azúcar.
- Semillas de anís.
- Pepitas de chocolate caramelizado.
- 1 huevo (para pintarlos).