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Tal vez llamarlo falsa lasaña hace de menos un plato que, en realidad, es una auténtica delicia, pero ya que no incluye pasta ni bechamel en su preparación, creo que sirve para hacerse una idea bastante certera acerca del mismo.
El plato es sencillo en su concepto, capas de passata de tomate, berenjenas laminadas asadas y queso, mucho queso, cordilleras de queso.
- Ingredientes:
- 2 berenjenas medianas.
- 2 bolas de queso mozzarella.
- 1 bote de passata de tomate (400g).
- 1/2 pimiento rojo.
- 2 dientes de ajo.
- Sal, aceite de oliva virgen extra y pimienta.
En primer lugar laminaremos las berenjenas y las asaremos ligeramente al horno con un poco de aceite de oliva y sal. Mientras están en el horno, pasaremos por la sartén los ajos (que habremos laminado) y el pimiento rojo (cortado en juliana) y cuando estén dorados añadiremos la passata, que sofreiremos ligeramente pero no hasta el punto de convertirla en tomate frito.
Una vez listas la salsa y las berenjenas, las dispondremos en una fuente de cristal para hornear en capas superpuestas de salsa, berenjenas y mozzarella que finalmente cubriremos con parmesano al gusto (y espero que el gusto sea mucho parmesano ;).
Hornearemos a 175ºC durante unos 35-45 minutos, dependiendo de tal tamaño de la fuente de hornear y la profundidad de las capas aunque, al estar los ingredientes previamente cocinados, el color del gratinado nos servirá como indicador de que el plato está listo.
El kadai paneer es un plato vegetariano, especiado y sabroso, cuya base es el paneer, un queso fresco que también puede ser sustituido por tofu con muy buen resultado.
- 250g de paneer (o queso fresco común o tofu).
- 5-6 tomates medianos picados.
- 5 dientes de ajo prensados.
- 1 trozo de jengibre fresco en juliana.
- 1 o 2 pimientos verdes.
- 1 y 1/2 c/s de semillas de cilantro.
- 1 c/c harissa.
- 1/2 c/s de garam masala.
- 1/2 taza de hojas de cilantro.
- Sal y pimienta al gusto.
Saltear el queso en una sartén y apartar. En la misma sartén, sofreír el ajo y el jengibre. Añadir los tomates picados y saltear hasta deshacer. Picar las semillas de cilantro y añadir con la harissa a la salsa de tomate. Seguir salteando hasta que el tomate quede casi convertido en pasta.
Añadir el pimiento y saltear ligeramente (ojo, queremos que quede crujiente) salpimentando y añadiendo el garam masala. Finalmente, añadir el queso y el cilantro, mezclar con el resto de ingredientes y servir con arroz blanco.
Unos macarrones cocidos al dente y luego horneados entre una montaña de queso. Quizás no muy adecuados para comerlos con frecuencia pero si para darse un capricho invernal.
La receta es muy sencilla y puede adaptarse a los ingredientes de los que dispongamos en casa: Se cuecen los macarrones (o una pasta corta similar, estilo fusilii) durante apenas cinco minutos, los escurrimos y los pasamos a un recipiente tipo pyrex, en el que previamente habremos restregado unos dientes de ajo. Allí los mezclamos con una combinación de distintos quesos, previamente rallados, y nata fresca o queso fresco líquido salpimentado y llevado a punto de ebullición. Horneamos durante unos 20 minutos a 175º y finalmente damos un golpe de grill para gratinar y tostar el queso que recubre la pasta.
La elección de los quesos o el uso de nata cambiará radicalmente el plato permitiéndonos jugar con los sabores e incluso con las texturas. Hoy, por ejemplo, tenía gouda viejo, cheddar curado y un queso con trufa de morella que le ha dado un punto francamente sorprendente (sorprendentemente bueno ;) ).
En cuanto a las proporciones de los ingredientes el plato no tiene mucha complicación: Hacerlo a partes iguales de pasta, queso y nata (o queso fresco) garantiza un buen resultado, aunque podemos variarlas al gusto y sólo es necesario tener la precaución de aprovisionarnos de un poco más de queso que rallaremos sobre la fuente antes de meterla en el horno para mejorar la costra durante el gratinado.
En cuanto a las proporciones de los ingredientes el plato no tiene mucha complicación: Hacerlo a partes iguales de pasta, queso y nata (o queso fresco) garantiza un buen resultado, aunque podemos variarlas al gusto y sólo es necesario tener la precaución de aprovisionarnos de un poco más de queso que rallaremos sobre la fuente antes de meterla en el horno para mejorar la costra durante el gratinado.