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Este pan es una nueva revisión del pan de cerveza y avena que tanto me gustó la primera vez que hice pero, a diferencia de ese, he sustituido la cerveza por agua y he añadido algunos ingredientes. También he cambiado ligeramente los tiempos de fermentación para conseguir una miga más suelta y el resultado ha sido francamente bueno: Un pan con sabor intenso y miga elástica pero compacta y corteza tierna (quizás podría ser interesante buscar una corteza más crujiente. Tal vez la próxima vez.)
- Ingredientes (para dos panes medianos).
- 500 g. de harina de fuerza.
- 10 g. de sal.
- 350 ml. de agua.
- 125 g. de copos de avena.
- 150g. de prefermento.
- 75 g. de pipas peladas.
- 6 g. de levadura natural.
- 20 g. de azúcar moreno.
- Un poco de aceite para pintar el pan.
En un bol, poner el agua y disolver en él la sal, el azúcar y la levadura. Mientras tanto, poner en un recipiente la harina, los copos de avena y las pipas (aunque reservaremos unas pocas para añadirlas como cobertura). Añadir el agua y comenzar a mezclar hasta que eliminemos los grumos. Finalmente agregaremos el prefermento y tras mezclarlos con energía hasta que la mezcle sea uniforme, comenzaremos a amasar hasta que la masa deje de estar pegajosa y quede muy elástica.
Darle forma redonda y dejar reposar una hora cubierto con film plástico en un lugar tibio.
Tras la primera hora de reposo, trabajar un rato la masa para sacarle el aire. Dividir en dos partes iguales y amasar cada una de ellas haciendo un batard que pintaremos con aceite y sobre el que rociaremos las pipas que hemos reservado antes de dejar reposar por dos horas más (Si antes de este reposo de dos horas, hacemos un corte longitudinal en el batard, se abrirá más fácilmente y aumentará mejor su volumen).
Tras la última fermentación, meter en el horno (que habremos precalentado a 250º) y hornear durante 45 minutos a 185º dejando en el fondo del horno un recipiente con un poco de agua para que forme vapor dentro del horno y permita que la corteza se haga bien sin secarse.