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Día invernal, frío, de esos en los que sólo apetece una sencilla y deliciosa sopa bien caliente acompañada por buen pan para entonar el cuerpo. Esta que os traigo hoy está adaptada de la sopa de tomate y pesto del libro The Naked Chef de Jamie Oliver y cumple de sobra esos requisitos.
Ayer, sábado de mercado, aproveché la visita a nuestro verdulero Joaquín para hacerme con unos tomates bien hermosos, bastante maduros, muy aromáticos y desde que los tuve en mis manos supe tenía que hacer una sopa con ellos. Ya en casa, después de hojear un buen rato La cuchara de plata y algún libro más de recetas, me decidí por esta receta de Jamie Oliver porque la idea del pesto sobre la sopa, me parecía apetecible incluso antes de comenzar a cocinar.
Respecto a las modificaciones sobre la receta original principalmente se resumen en la sustitución de uno de los ingredientes (pimientos rojos por pimientos del piquillo, todo un acierto) y en la no eliminación de las pepitas del tomate contraviniendo la recomendación de Oliver. A mi, personalmente, no me hace mucha gracia desperdiciar ingredientes porque si y además, en el caso de las pepitas del tomate y la pulpa que los rodea, creo que son una auténtica delicia.
Sin más, la receta de sopa de tomate con pesto de albahaca.
- Ingredientes:
- 1kg de tomates maduros.
- 200g de pimientos de piquillo asados.
- 1 taza de caldo de verduras.
- 3 dientes de ajo.
- 1 c/s de vinagre blanco.
- 1 punta de cuchillo de ají picado (o guindilla).
- Aceite de oliva, sal y pimienta.
- Opcionalmente, 1 c/s de azúcar moreno (para corregir acidez si fuera necesario).
- Para el pesto, unas hojas de albahaca fresca, aceite y sal.
- Preparación:
Escaldamos los tomates, los pelamos y los cortamos a daditos. Mientras tanto, en una olla salteamos los ajos, el ají y los pimientos cortados previamente en trozos pequeños. Sofritos los pimientos (removiendo de vez en cuando para evitar que se peguen o quemen) añadimos los tomates, tapamos la olla y dejamos hervir unos cinco minutos.
Añadimos la cucharada de vinagre y la taza de caldo, salpimentamos (si al probarla la notamos demasiado ácida, podemos corregirlo con un poco de azúcar moreno durante la cocción final) y comenzamos a hervir la sopa a fuego lento durante unos veinte minutos removiendo de vez en cuando para ir deshaciendo los tomates. Transcurrido ese tiempo, pasamos por el chino (o pasapuré) los trozos que pudieran quedar de carne de tomate o pimientos y continuamos la cocción a fuego medio durante otros quince o veinte minutos hasta obtener la consistencia deseada.
Antes de servir los platos, añadiremos unas cucharaditas de pesto sobre la sopa a modo de decoración. Este peso, que habremos preparado machacando en un mortero unas cuantas hojas de albahaca fresca con un poco de sal y suficiente aceite de oliva, añade un contraste de sabor y textura con la propia sopa mejorando un plato ya de por si sabroso.