A la mayoría de los que os acercáis por aquí no es necesario que os hable del Hecho a mano de Dan Lepard porque ya alguna vez ha aparecido por aquí y está de más abundar en el tema. El caso es que en ese libro se habla de muchas formas de trabajar los panes y de la multitud de ingredientes que se usan para su elaboración.
Como no podía ser de otra manera, esos ingredientes y elaboraciones están muy ligados al pais de donde son originarios y, uno de los que más poderosamente llamó mi atención cuando abrí el libro por primera vez, fue este pan: Un pan de centeno en el que se sustituye el agua por el líquido de la salmuera de los pepinillos agridulces.
Partiendo de un producto de desecho secundario de unos encurtidos tan característicos de centro europa y europa del este, se obtiene un pan de centeno sabroso, ligeramente ácido, aromatizado (eneldo, semillas de mostaza) y con muchos matices.
Me habría gustado traeros la foto del pan completo pero no ha sido posible: Lo han impedido unos bocadillos de mozarella fresca, pepinillos y salmón ahumado.