Lo que sucede cuando te pasas par de horas dándole vueltas a un curry rojo de lentejas o plato indio equivalente (¡maldito Andrew zimmern!) y acabas haciéndole un quiebro, es que te toca improvisar algo rápido pero que esté a la altura culinaria de ese plato que en tu imaginación ya habías bordado.
Esta vez el plato improvisado a cuatro manos ha sido una versión sumamente mejorada de los
noodles con calabaza y pistacho en el que las hortalizas, antes de ir al wok ya caliente, han sido escaldadas en caldo vegetal durante unos minutos. En este mismo caldo, y una vez retiradas las hortalizas, hemos hervido los noodles antes de añadirlos al wok para un salteado rápido.
Este pequeño cambio en la preparación ha hecho que las hortalizas estén tiernas por dentro pero aun crujientes, consiguiendo un plato muy sabroso y con una consistencia mucho más agradable e interesante.