Y si, ya se, ya se. No hay que comerse necesariamente el pan recien sacado del horno y mucho menos si has desayunado hace una hora pero... ¿quien podía resistirse esta mañana a estos molletes? Yo no, desde luego. Y ni el más mínimo interés por resistirme, todo hay que decirlo.
Estos panes que os traigo hoy son una versión de los que prepara
Soy Circe en su blog para acompañar la pringá. Las diferencias fundamentales respecto a los suyos son que para hacer una versión vegetariana he sustituido por indicación suya la manteca de cerdo por aceite de oliva y por otro lado yo he usado harina de fuerza porque apenas me quedaba un poco de harina floja ecológica y la tenía reservada para la
focaccia que también preparé ayer.
El tiempo de leudado, y una vez más debido al frio mortal que hace en mi cocina, lo he alargado hasta casi las dieciocho horas aunque si podéis mantenerla a buena temperatura, con dos o tres horas debe ser suficiente. En cuanto al resultado: Espectacular. Los molletes quedan muy aireados, muy ligeros y con un sabor riquísimo. Dignos de la propia Antequera.
Así que,
Soy Circe, gracias por la receta y las indicaciones. Me ha encantado el resultado.
- Ingredientes.
- 500 g. de harina de fuerza.
- 100 g. de masa madre.
- 50 g. de aceite de oliva virgen extra.
- 300 g. de agua templada.
- 10 g. de sal.
- Preparación.
Calentamos el agua hasta que esté tibia y disolvemos en ella la sal. En el recipiente en el que vamos a amasar, ponemos la harina, la masa madre, el aceite y el agua y comenzamos a amasar con energía. Cuando todos los ingredientes se hayan homogeneizado, dejamos reposar la masa cubierta con un paño durante unos quince minutos.
Transcurrido ese tiempo, amasamos de nuevo y dejamos levar otra vez. En la receta original de Soy Circe añade un poco de levadura a la masa. En mi preparación no la he incluido y como la masa no iba a tener la temperatura adecuada (alrededor 10º-15º), en vez de las tres horas que ella aconseja la dejé levar durante unas dieciocho horas (incluyendo la noche del sábado de por medio).
Levada la masa, la dividimos en ocho bollos, los enharinamos y aplastamos con las manos como si fuesen unas tortas finas y los dejamos sobre papel de hornear durante una media hora hasta que el horno haya alcanzado la temperatura adecuada (250º).
Llevamos los molletes al horno y les damos un horneado fuerte durante cinco minutos y continuamos con diez minutos más bajando la temperatura a 200º.