Segundo intento con las madalenas mejorando la receta de las madalenas aberronchadas. En este segundo intento, he doblado la cantidad de huevos y, en vez de limón, me he decidido por nueces y frutos del bosque que tenía en casa para acompañar a los cereales del desayuno. He de decir que el resultado ha sido mucho mejor que el de la otra vez y ahora están mucho más esponjosas y untuosas (cosa agradable para una madalena).
Receta (para unas 8 madalenas):
- Ingredientes:
50g de mantequilla en pomada.
40g de azúcar
2 huevos
5 cucharadas de leche
200g de harina
2 cucharaditas de levadura en polvo
sal
Nueces peladas.
Frutos rojos del bosque deshidratados.
- Preparación.
Precalentar el horno a 175º. Separar las yemas y las claras de los huevos. Batir las claras a punto de nieve y apartar. Batir la mantequilla con el azúcar y las yemas de huevo. Una vez batidas, agregar la leche y emulsionar. Añadir después las claras y volver a emulsionar. Mezclar la harina y la levadura y tamizarla antes de añadirla a la mezcla que ya teníamos preparada. Agregar una pizca de sal y amasar a mano hasta que quede muy suave.
Repartir la mitad de la mezcla en moldes de papel con una manga pastelera. Agregar la fruta deshidratada a cada molde y cubrir con la otra mitad de la mezcla sin llenarlos del todo (cuando se horneen no se notará que son dos capas). Cubrir con las nueces picadas finamente y llevar al horno en una bandeja durante unos veinte minutos (o hasta que se doren).
Cuando uno cuenta (publica) sus recetas, suele hablar de los clamorosos éxitos con espectaculares resultados (increíbles texturas o sabores) y en contadas ocasiones, y siempre que el desastre lo merezca, de los terribles fracasos culinarios (léase suflés que nunca llegaron a subir, bizcochos que intentaron huir del molde...). Hoy os dejo con una receta cuyo resultado ha sido bueno pero nada espectacular y, desde luego, muy lejos de las expectativas que sobre ella tenía: Madalenas al limón.
El sobrenombre de aberronchadas se lo han ganado a pulso debido a su poco vistosa apariencia final que no ha llegado a la imagen que todos tenemos de una madalena aunque he de reconocer que, de sabor, están bastante ricas. ¿Porqué no han quedado más vistosas? Sospecho que ha sido por seguir al pie de la letra la receta. Creo que debería haber cambiado una de dos cosas (o quizás ambas) de la receta original, o bien debería haber batido yema y clara por separado para hacer más espumosa la mezcla o subir un poco la temperatura de la leche y la cantidad de levadura. De cualquiera de las maneras, os aseguro que están ricas de sabor y con una textura adecuada para una madalena.
Sin más preámbulos, la receta (para unos 8 madalenas):
- Ingredientes:
- 50g de mantequilla en pomada.
- 40g de azúcar
- 1 huevo
- 5 cucharadas de leche
- 200g de harina
- Ralladura de un limón
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- sal
- Azúcar glas y canela para espolvorearlas y mantequilla y mermelada para acompañar.
- Preparación.
Precalentar el horno a 175º. Batir la mantequilla con el azúcar y la ralladura del limón hasta que quede espumosa. Añadir el huevo y la leche y emulsionar. Mezclar la harina y la levadura y tamizarla antes de añadirla a la mezcla que ya teníamos preparada. Agregar una pizca de sal y amasar a mano hasta que quede muy suave.
Repartir en moldes de papel sin llenarlos del todo (unos 8) usando una manga pastelera y llevar al horno en una bandeja durante unos veinte minutos.
Sacarlas del horno, espolvorearlas con la mezcla de azúcar glas y canela y servir acompañadas de mantequilla y mermelada.