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Debo reconocer que la última vez que hice una angélica el aspecto resultante fue muy distinto y es que cualquier cambio en las harinas o en la categoría de los huevos utilizados varía mucho el resultado final de la masa en cuanto elasticidad y facilidad de manipulación y, en esta ocasión, no quedó todo lo elástica que era necesario para poder estirarla bien. Aun así, el sabor de este dulce es fantástico y como se que lo haré de nuevo muy pronto, traeré alguna foto más para que veais el resultado.
Ingredientes.
Para el prefermento.
- 135 g de harina de fuerza.
- 5 g levadura fresca.
- 75 g de agua .
- 400 g de harina de fuerza
- 75 g de azúcar
- 120 g de leche
- 3 yemas de huevo
- 1 c/c. de sal
- 120 g de mantequilla + 50 g para el relleno
- 6 cucharadas de azúcar glas.
- 1 clara de huevo.
- 100 g de pasas.
- Canela y cacao en polvo.
Mezclar los ingredientes del prefermento en un bol y dejar que actúe la levadura por, al menos, un par de horas.
Mezclar el azúcar con la leche, las yemas de los huevos, el azúcar y la sal y batir hasta que quede bien mezclado. Añadir la mantequilla en pomada y, una vez disuelta, añadir la harina y comenzar a amasar. Cuando esté bien amasado, añadir el prefermento y unir las dos masas hasta que quede homogénea.
Cubrir y dejar reposar hasta que duplique su tamaño.
Con la masa lista, la llevamos a la mesa de trabajo y procedemos a alisar el bollo con el rodillo hasta que nos quede un rectángulo lo más fino posible (la masa es bastante elástica y podemos hacerla muy fina). Una vez extendida, la cubrimos con los 50 gramos de mantequilla que previamente habremos derretido y que extenderemos con un pincel hasta pintar la cara superior de la masa. Espolvoreamos un poco de canela y cacao y repartimos las pasas por la superficie. Una vez hecho esto, plegamos la masa sobre si misma haciendola girar dejando dentro el rellno y haciendo un rollo.
Una vez hecho el rollo relleno, lo hacemos girar para estirarlo lo máximo posible y, una vez alcanzado ese punto, lo doblamos por la mitad haciendo una trenza con el mismo. Si la trenza es lo suficientemente larga, la depositamos en el molde en el que la vamos a hornear haciendo un rosco alrededor de un vaso (como si la trenza fuese un donut) que retiraremos justo antes de hornear.
Dejamos la masa madurar otros 20 minutos más mientras precalentamos el horno a 180º y una vez transcurrido ese tiempo la introducimos en el horno donde la tendremos una media hora (hasta que se dore la superficie). En este tiempo, prepararemos una glasa ligera con la que cubriremos la angélica cuando la saquemos del horno y, una vez hecho esto, la volveremos a llevar al horno (ya apagado) para cocinar la glasa.
He de reconocer que aunque el libro la cuchara de plata me encanta por la variedad y cantidad de recetas que incluye, le encuentro una pega importante y es que a veces estas últimas son casi telegramas y deja bien a la pericia o bien a la imaginación del cocinero datos que pueden considerarse fundamentales (p.e. temperatura del horno, tiempos de cocción u horneado e incluso las proporciones de algunas preparaciones...).
Aun así, como os digo, en él se encuentran fantásticas recetas como la de este sencillo bizcocho de naranja: Dulce, muy tierno y esponjoso.
- Ingredientes.
- 100g de mantequilla.
- 2 huevos.
- 100g. de azúcar.
- 200g de azúcar glas.
- 100g de harina.
- 3/4 cucharadita de levadura en polvo.
- 2 naranjas.
- Preparación.
Derretir la mantequilla al baño maría. Exprimir las dos naranjas (Previamente habremos rallado la piel de una de ellas para aromatizar la masa) y reservar el zumo para añadirlo después a la masa.
En un bol, batir los huevos con el azúcar y la mitad del azúcar glas. Incorporar la mantequilla fundida y volver a batir para, cuando la mezcla esté homogénea, añadir la harina previamente tamizada junto con la levadura. Seguiremos batiendo hasta que la mezcla no tenga grumos y añadiremos el zumo de las naranjas (excepto tres cucharadas, que reservaremos para el glaseado) y la ralladura para aromatizar.
Vertemos la mezcla en un molde que previamente habremos engrasado (o cubierto con papel de horno) y hornearemos a 175º durante unos 20-25 minutos si el molde es bajo (tipo tarta) o unos 30-35 si es alto (tipo bizcochera o plumcacke).
Mientras el bizcocho se hace en el horno, prepararemos con los 100g. de azúcar glas restante y tres cucharaditas del zumo que habremos reservado el glaseado con el que, una vez horneado, lo cubriremos. Una vez cubierto con la glasa, volveremos a llevarlo al horno para caramelizarlo.
Si os pasa como a mi y el glaseado tiene más zumo de naranja de la cuenta y no cuaja mientras lo preparamos, no importa: El bizcocho absorberá la naranja y quedará más jugoso.
Adenda a la receta: Es importante, al preparar el glaseado, añadir el zumo gota a gota al azúcar mezclando bien cada vez, de modo que podamos decidir en qué punto nos gusta la textura. Esto se debe a que, si no tenemos costumbre de trabajar con ella, al azúcar glas no es fácil pillarle el punto y una vez nos pasemos con el líquido, la glasa es muy difícil rectificar.
Si os pasa como a mi y el glaseado tiene más zumo de naranja de la cuenta y no cuaja mientras lo preparamos, no importa: El bizcocho absorberá la naranja y quedará más jugoso.
Adenda a la receta: Es importante, al preparar el glaseado, añadir el zumo gota a gota al azúcar mezclando bien cada vez, de modo que podamos decidir en qué punto nos gusta la textura. Esto se debe a que, si no tenemos costumbre de trabajar con ella, al azúcar glas no es fácil pillarle el punto y una vez nos pasemos con el líquido, la glasa es muy difícil rectificar.