En casa, los #gazpachoday
de esta semana han sido el lunes, el martes y el domingo. Los del lunes
y el martes, dicho sea de paso, con unos tomates de Rota de esos que
apetece comerse recién arrancados de la mata, abiertos por la mitad y
con un pellizco de sal.
Como dato curioso, os contaré que de pequeño no me gustaba el gazpacho. Quiero pensar que el ingeniero que llevaba en mi interior no concebía algo que podía ser una comida o una bebida según la circunstancias. Temas de la
cuadriculación, supongo.
- Ingredientes (aprox. 2 litros de gazpacho):
- 1kg de tomates maduros.
- 1/2 cebolla pequeña.
- 1/2 pepino mediano.
- 1 pimiento verde.
- 1 diente de ajo.
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Sal al gusto.
- Preparación:
Cortar todos los ingredientes, añadir al vaso de la batidora y batir hasta que quede una crema muy homogenea y uniforme. (Si, realmente no se puede decir que sea muy complicado de preparar, la verdad). Corregir la acidez del tomate con sal al gusto. Enfriar en la nevera al menos una hora y servir acompañado de hortalizas frescas picadas en daditos (pimiento rojo, pepino,...).
Habréis notado que entre los ingredientes no está (y debería) el pan. Yo no suelo añadirselo a menos que vaya a preparar
salmorejo así que vosotros podéis hacerlo si queréis darle una textura con más cuerpo. Del mismo modo, si os gusta bebido y no en plato, podéis añadir un poco de agua fría mientras está en la batidora y pasarlo después por un colador chino para eliminar los grumos y restos de piel. Es un plato muy agradecido y que admite mil variaciones.