Hoy es uno de esos días invernales que amanecen cubiertos y grises y en los que el cuerpo pide cuchara, así que bien tempranito me he puesto manos a la obra con esta sopa de coliflor. Una sencilla receta que he improvisado (seguramente con algunos detalles se podrá mejorar) y que sólo requiere un poco de tiempo y cariño.
- Ingredientes.
- 1 coliflor.
- 1 cebolla.
- 1 pimiento verde.
- 1/2 pimiento rojo (de asar).
- 2 dientes de ajo.
- 1 litro de agua.
- 1 vaso de vino blanco.
- Aceite.
- Cebollino y unas hebras de azafrán.
- Sal y pimienta.
- Preparación.
Cortamos pimientos, cebolla y ajos en
brunoise. En una olla alta, preparamos un sofrito con el pimiento y el ajo y, cuando empiecen a pocharse, añadimos la cebolla y salpimentamos. Cuando el sofrito esté en su punto, añadimos la coliflor lavada y troceada en pequeñas ramitas y salteamos. Una vez que empiece a dorarse, subimos el fuego y agregamos el vino blanco y dejamos que se evapore ligeramente el alcohol.
En paralelo a esta preparación hervimos el agua y, cuando se haya evaporado el alcohol, lo vertemos en la olla donde, una vez tapada y con el fuego muy bajo, comenzaremos a hervir la coliflor.
Transcurridos veinte minutos de la cocción, añadimos la pimienta, corregimos la sal y agregamos el cebollino picado y las hebras de azafrán. Así continuaremos la cocción durante 40 minutos más hasta completar una hora completa de cocción.
Para servirlo, podemos usar cuencos de sopa a los que añadiremos un poco de cebollino fresco troceado y que acompañaremos de pan de centeno.