Este fin de semana he recuperado la sana costumbre de preparar unos gofres para combatir el frío y, la verdad, no consigo encontrar la receta perfecta. Además del problema habitual del azúcar perlado, que suele ser ingrediente habitual para estos dulces, está la cantidad de variaciones que tiene la receta. Sólo en el blog de L'Exquisit podéis encontrar dos recetas distintas, la de gofres y la de gofres de Lieja y en Recetas de rechupete tenéis esta otra que ha sido la que finalmente he preparado.
Yo aún ando a la búsqueda de la receta perfecta de gofres y tengo que confesaros que la de Rechupete que he preparado me ha parecido excesivamente grasa, con demasiado sabor a mantequilla. Si bien es cierto que me gusta el resultado de la masa fermentada en vez de una masa con levadura química. Sonia el l'Exquisite recomienda en su receta tradicional usar margarina en vez de mantequilla así que esa será la próxima variación que voy a probar.
En cualquier caso, en cuanto la perfeccione, os traeré aquí la receta perfecta de gofres. Mientras tanto, podéis usar cualquiera de las tres que os he dejado antes.
El no tener horno, limita seriamente a la hora de cocinar. Y eso es un problema si la mayoría de tus comidas favoritas sólo pueden prepararse usándolo: Pizza, lasaña, pastel de carne, pollo asado y por supuesto ¡pan!. Afortunadamente, hay formas alternativas de preparar alguno de estos platos y hoy os traigo una receta para hacer pizza en sartén.
Haciendo una búsqueda rápida por internet, veréis que la adaptación de la receta pasa por cocinar la pizza tapada (para maximizar y hacer más uniforme el calor) y que los ingredientes de la pizza estén ya cocinados o, al menos, calientes al ponerlos en la masa. También hay dos variantes más: Hay quien la cocina con levadura panadera y quien la prepara con levadura química tipo Royal y quien monta la pizza completa y la cocina de una vez y quien la prepara "vuelta y vuelta".
Por su sabor, a mi me convence mucho más la opción de levadura de panadería y, sin duda, la textura gana muchos enteros si se "hornea" en la sartén una de las caras antes de ponerle los ingredientes y terminar su "horneado". El no hacerlo así, dificulta que la cara que están en contacto con el tomate y los ingredientes húmedos se cocine adecuadamente y quedará cocida (puede que cruda) en vez de tostada.
Ingredientes para una pizza individual:
Base
- 80g de harina
- 20g de semolina (es por mejorar la textura, aunque puede sustituirse por 20g de harina normal)
- 60g de agua
- 1/2 cucharilla rasa de levadura seca de panadería (1/8 de cubo de levadura fresca).
- 1 pizca de sal
Cobertura
- Tomate frito (si fuésemos a hornear, usaríamos passata de tomate)
- Queso adecuado para hornear (La mozzarella fresca queda descartada porque el agua impediría el correcto tostado de la base)
- Ingredientes pizzeros favoritos: Jamón, pepperoni, verduras...
- Orégano
Preparación:
Además, añadiremos los ingredientes al gusto: Pepperoni, rúcula y parmesano, corazones de alcachofa, mezcla de verduras en juliana, aceitunas negras...
Preparación de la masa:
Disolvemos la levadura en el agua y añadimos la harina y la semolina. Mezclamos hasta hacer desaparecer los grumos y amasamos. Cubrimos con film plástico y dejamos fermentar al menos durante una hora (mejor un par de horas, porque nos interesa una masa floja).
Una vez lista la masa, extendemos hasta dar la forma usando un poco más de semolina (o harina).
Preparación de la pizza:
Tapamos la sartén y la ponemos al fuego máximo hasta calentarla. Una vez caliente, extendemos un poco de aceite por la superficie y ponemos la pizza. Calentamos así durante cinco minutos a fuego medio-alto (70%). Aprovechamos este tiempo para calentar el tomate (y preparar los ingredientes que necesiten cocción previa: Saltear alcachofas, verduras...) y una vez transcurridos los cinco minutos, le damos la vuelta a la pizza y le ponemos el tomate, los ingredientes y el queso. Volvemos a tapar y cocinamos otros cinco minutos.
Ya sabéis de mi afición por los arroces (¿Puede que sea mi comida favorita? Puede. Pero PIZZA) y es una comida que suelo preparar con frecuencia. Este, en concreto, iba a ser un arroz al azafrán pero un error de inventario (creía que tenía azafrán guardado en mi alacena, pero...) lo convirtió en un experimento que sinceramente superó las expectativas.
Ingredientes.
Ingredientes.
- 2 tazas pequeñas de arroz.
- 1/2 litro de caldo de verduras.
- 1 taza de vino blanco por persona
- 1 cucharadita de pimentón de La Vera.
- Ajo, sal y pimienta.
En primer lugar ponemos a hervir el caldo de verdura y, en una olla salteamos las setas con un poco de ajo. Cuando ya estén doradas, bajamos el fuego, le ponemos la mitad del pimentón a las selas y con mucho cuidado de que no se queme (el pimentón es delicado) salteamos ligeramente y añadimos entonces el vino blanco y reducimos. Incorporamos el arroz y un cucharón de caldo y vamos repitiendo esa operación a medida que el caldo se vaya reduciendo y hasta que el arroz esté en el punto deseado (más o menos meloso según nuestro gusto).
Uno de tantos platos que me gustan, y suelo pedir en la calle con cierta frecuencia, pero jamás había preparado: El arroz negro con alioli.
Reconozco que soy más de preparar arroces como el arroz meloso con judías (vegetariano) o el arroz de los montes (este, con o sin carne) y muy rara vez los preparo con pescado pero le tenía ganas a esta receta. Y por fin, este fin de semana, me he decidido y tras peregrinar en busca de la tinta de calamar (no ha sido tan sencillo encontrarla como uno esperaría) me he puesto manos a la obra. La preparación es muy similar a la de cualquier otro arroz (preparar sofrito, añadir arroz y finalmente el caldo hasta reducir) con la diferencia de que el caldo será de pescado y en él debemos diluir la tinta y cocinarla antes de agregarlo a la preparación. Espero que os guste.
- Ingredientes (para 4 personas):
- Arroz: 1 medida(*) por persona (1 taza de café/medio vaso)
- Caldo de pescado: 2 medidas(*) y media por cada medida de arroz.
- 250g de calamares
- 125g de gambas arroceras.
- 200g de tomate troceado.
- 1 pimiento verde.
- 1/2 cebolla.
- 4 dientes de ajo.
- Tinta de calamar (16g = cuatro sobres de ese supermercado-valenciano-que-todos-conocemos)
- 1/2 cucharadita de pimentón.
- Aceite, sal y pimienta.
- Preparación:
En una sartén, y a fuego vivo, preparamos el sofrito a partir del ajo cortado en láminas, la cebolla y el pimiento picados finamente. Cuando la cebolla y el pimiento estén dorados, añadiremos los calamares troceados y las gambas arroceras, que habremos pelado previamente y salpimentamos.
Una vez los calamares estén suficientemente cocinados, agregaremos el vino blanco y reduciremos. Tras la reducción, añadiremos el tomate y lo sofreiremos ligeramente antes de añadir el arroz y el caldo. El caldo lo habremos calentado previamente en una olla aparte y habremos diluido la tinta del calamar prestando atención a la temperatura y removiendo para que no se pegue.
Mantendremos la cocción del arroz hasta que esté al punto, reduciendo el caldo poco a poco, teniendo cuidado una vez más de que no se pegue ya que la tinta lo hace más denso y propenso a agarrarse a la sartén.
Para servir, añadiremos a cada plato de arroz una cucharada generosa de alioli casero, aunque también podéis hacer trampa y añadirle un par de ajos machacados en el mortero a unas cuantas cucharadas de mayonesa de bote y nadie tiene por qué enterarse nunca. Ejem.
* Medida: Una medida es una porción cuya definición y cuantificación se escapa a la Comisión de pesos y medidas y al Sistema Métrico Decimal y que habitualmente se corresponde con una taza de café o medio vaso, según cómo de generosos os guste ser al preparar la comida. Para mi madre también recibe el nombre de "un puñado", pero creo que eso os lo aclara poco.
La cazuela de fideos es otro de esos platos de la memoria sentimental: Desde que tengo uso de razón aparecía en el menú familiar con los primeros fríos del otoño y desaparecía con los calores del verano (aunque alguna vez reaparecía en agosto como la santa inquisición de los Monty Python, cuando menos se lo esperaba).
Esta que os traigo es una versión vegetariana en la que las almejas y gambas que tenía la receta de mi madre han sido sustituidas por unas setas (tipo cardo).
Para el sofrito:
- 1 tomate.
- 1 pimiento.
- 1/4 Cebolla.
- 2 ajos.
- Alcachofa.
- Judías planas (Habas en la receta original).
- Patata.
- Fideos.
- Azafrán.
- Ajo.
- Una rebanada de pan.
- Almendras crudas.
-Preparación:
Cortar las patatas en cachelos (un día tenemos que hablar de "cachar" las patatas), las alcachofas en cuatro partes (quitando las hojas mas exteriores) y las judías en trozos.
Cocer las patatas peladas, alcachofas y las judías con el azafrán.
Hacer sofrito y después pasar por batidora.
Si vamos a ponerle el majado, freimos en una sartén los ajos con KAS almendras y el pan, los pasamos por el mortero y lo añadimos para engordar el caldo.
Cocer todo junto. Añadir los fideos a la cocción y, si van a usarse, las almejas y gambas peladas en el último momento.
Agregar un poco de hierbabuena al caldo antes de servir.
Tal vez llamarlo falsa lasaña hace de menos un plato que, en realidad, es una auténtica delicia, pero ya que no incluye pasta ni bechamel en su preparación, creo que sirve para hacerse una idea bastante certera acerca del mismo.
El plato es sencillo en su concepto, capas de passata de tomate, berenjenas laminadas asadas y queso, mucho queso, cordilleras de queso.
- Ingredientes:
- 2 berenjenas medianas.
- 2 bolas de queso mozzarella.
- 1 bote de passata de tomate (400g).
- 1/2 pimiento rojo.
- 2 dientes de ajo.
- Sal, aceite de oliva virgen extra y pimienta.
En primer lugar laminaremos las berenjenas y las asaremos ligeramente al horno con un poco de aceite de oliva y sal. Mientras están en el horno, pasaremos por la sartén los ajos (que habremos laminado) y el pimiento rojo (cortado en juliana) y cuando estén dorados añadiremos la passata, que sofreiremos ligeramente pero no hasta el punto de convertirla en tomate frito.
Una vez listas la salsa y las berenjenas, las dispondremos en una fuente de cristal para hornear en capas superpuestas de salsa, berenjenas y mozzarella que finalmente cubriremos con parmesano al gusto (y espero que el gusto sea mucho parmesano ;).
Hornearemos a 175ºC durante unos 35-45 minutos, dependiendo de tal tamaño de la fuente de hornear y la profundidad de las capas aunque, al estar los ingredientes previamente cocinados, el color del gratinado nos servirá como indicador de que el plato está listo.
¿No os pasa que a veces os apetece un pan un poco distinto al que coméis cada día? Para uno de esos días, añadir a nuestra masa un poco del muesli del desayuno, permite un cambio de textura y sabores muy divertido.
Este pan se prepara sin ningún tipo de prefermento o masa madre (aunque podemos adaptar la receta para usarlos y conseguir un sabor aún más intenso) y, si el calor no es excesivo, podemos dejarlo fermentar lentamente durante toda la noche y hornearlo a la mañana siguiente. El yogur aporta un ligero toque ácido y el muesli le da una interesante variedad de texturas y sabores (nueces, avena, avellanas, pasas, higos,..) que convirtiéndolo en un pan ideal para el desayuno.
Ingredientes:
- 75g de yogur natural (preferentemente sin azúcar).
- 25g de mantequilla (a temperatura ambiente).
- 30g de aceite de girasol
- 260g de agua
- 500g de harina de trigo ecológica.
- 100g de muesli.
- 1 cuchara sopera de sal.
- 1 cuchara de café de levadura panadera en polvo (o 12g de levadura prensada/en bloque)
Como siempre, mezclaremos primero los ingredientes líquidos y, una vez la mezcla sea homogénea, disolveremos en ella la levadura.
Cuando la levadura esté bien disuelta, añadiremos todos los ingredientes secos (excepto la sal) y amasaremos hasta eliminar todos los grumos.
Dejaremos reposar la masa una hora en un bol cubierta con un film plástico y entonces añadiremos la sal y amasaremos de nuevo hasta que esta se integre completamente en la masa.
Dejamos reposar de nuevo, cubierta con film, hasta una hora(*) antes de hornear (este reposo, si la temperatura no es elevada, puede alargarse durante toda la noche sin miedo a la sobrefermentación).
Una hora antes de hornear, plegamos el pan y formamos la hogaza. Transcurrido este tiempo, introducimos en el horno (que previamente habremos precalentado hasta 225ºC), añadimos una fuente de vapor y horneamos durante una hora a 175ºC (sin activar la función de aire, si nuestro horno dispone de ella).
(*) Normalmente, calcularemos el tiempo de fermentación del pan atendiendo al volumen inicial de nuestra masa, de modo que dejamos fermentar nuestras masas hasta que casi doblen su tamaño antes de introducir en el horno. El calculo por tiempo dependerá en gran medida de la humedad y temperatura de nuestras cocinas y variará según la época del año o la hora del día a menos que tengamos la posibilidad de regularlas. Asimismo, también la cantidad de levadura que utilicemos en nuestra masa condicionará la velocidad de crecimiento del pan por lo que conviene acostumbrarse a usar siempre las mismas cantidades y a registrar cómo afectan las condiciones de nuestra cocina a los resultados.
No por el hecho de estar cuidándose un poco (o un mucho, eso depende de cada cual), tenemos por qué privarnos de algún capricho dulce con el que acompañar el café o las infusiones. Estas galletas, son un buen ejemplo de ello.
A partir de la receta de galletas de avena y naranja con aceite de oliva (del siempre recomendable blog de isasaweis), preparé una buena horneada adaptándolas a mi gusto con algunos cambios en los ingredientes: Añadí zanahorias (¡me encantan en repostería!), les quité el huevo y el zumo de naranja y, además, les reduje la cantidad de azúcar y aceite sin que se resintiera en absoluto su sabor ni textura.
Es cierto que sin el huevo el resultado está más cerca de la granola que de la galleta pero son jugosas, con una corteza crujiente y, gracias a la zanahoria, tienen un color muy atractivo.
Es cierto que sin el huevo el resultado está más cerca de la granola que de la galleta pero son jugosas, con una corteza crujiente y, gracias a la zanahoria, tienen un color muy atractivo.
- Ingredientes (para diez galletas):
- 100g de copos de avena.
- 50g de harina integral de trigo.
- 40g de azúcar moreno.
- 45g de aceite de oliva.
- 1 zanahoria grande rallada finamente.
- 1 c/s de miel.
- 1 c/c de levadura química.
- La ralladura de un limón.
- Una pizca de sal.
- Preparación:
Se mezclan los ingredientes en un bol, se dejan reposar diez minutos, y después, con las manos mojadas, se hacen "tortillitas" de medio centímetro de altura que hornearemos sobre papel de horno a 175ºC durante doce minutos.
Conviene dejarlas enfriar en rejilla durante unos minutos antes de comerlas pero... ¿quien soy yo para impediros vivir locamente?
Se mezclan los ingredientes en un bol, se dejan reposar diez minutos, y después, con las manos mojadas, se hacen "tortillitas" de medio centímetro de altura que hornearemos sobre papel de horno a 175ºC durante doce minutos.
Conviene dejarlas enfriar en rejilla durante unos minutos antes de comerlas pero... ¿quien soy yo para impediros vivir locamente?
Un antojo. Un pan sencillo y resultón, ideal para picar entre horas o para acompañar aperitivos.
La elaboración es muy sencilla y el resultado espectacular con poco tiempo de horneado. Además, la masa es muy versátil y puede utilizarse para hacer bollitos tipo mollete.
- Ingredientes (para unas quince piezas):- 1079g de harina candeal.
- 730g de agua.
- 25g de aceite de oliva virgen.
- 2 cucharadas soperas (rasas) de sal.
- 1 y 1/2 cucharadas de postre (rasas) de levadura seca de panadería.
- Preparación.
El día anterior prepararemos un prefermento (también llamado poolish) mezclando 230g de agua, 230g de harina y media cucharada de levadura. Este prefermento, lo dejaremos en un bote cerrado a temperatura ambiente durante 24 horas.
El día de la preparación, mezclaremos en un bol el prefermento, el resto del agua de la receta y la levadura hasta que quede una mezcla uniforme (y en la que nos aseguraremos que la levadura quede completamente desleída).
En esta mezcla, añadiremos la sal y, una vez disuelta, el resto de la harina y amasaremos hasta que todo quede completamente integrado. Tapamos el bol con un film plástico y dejamos que comience la fermentación.
Dependiendo de la temperatura, la fermentación total puede variar entre tres o cinco horas. En nuestro caso, cuando veamos que la masa ya está subiendo (pero aun no ha doblado su tamaño) cortaremos la masa total en piezas que amasaremos haciendo pliegues sobre si misma y que después extenderemos como si fuesen mini-pizzas.
Una vez extendidas sobre papel de hornear (entre 4 y 5 por hoja), las pintaremos con aceite, romero y ajo en polvo y realizaremos los cortes con un cuchillo de sierra, asegurándonos con los dedos de que estos quedan suficientemente extendidos y "estéticos".
Dejamos fermentar una hora más, espolvoreamos con un poco de sal las piezas y las horneamos durante 15 minutos a 200ºC y 15 más a 175ºC.
P.S. Como decía en la introducción, con esta masa (con una buena hidratación de aproximadamente el 70%) es posible hacer bollitos normales con la única diferencia de que, al hornearlos, añadiremos unos 10 o 15 minutos más a 175ºC.
P.S. Como decía en la introducción, con esta masa (con una buena hidratación de aproximadamente el 70%) es posible hacer bollitos normales con la única diferencia de que, al hornearlos, añadiremos unos 10 o 15 minutos más a 175ºC.
De alguna manera, este arroz bebe de la tradición del arroz de los montes que se prepara en Málaga (especiado, más meloso que caldoso) pero como único ingrediente, además de los del sofrito y el propio arroz, he usado judías verdes.
En casa somos muy de arroces (personalmente a mi, me pirran) e intentamos, especialmente en invierno, tener siempre en el congelador una o dos fiambreras del que para mi es el segundo gran secreto de un buen arroz: Un buen caldo de verduras. ¿Cómo? ¿Que no he hablado del primer secreto? El primer secreto, claro está, es un buen sofrito preparado con ingredientes naturales y con mucho tiempo por delante. ;)
- 2 dientes de ajo.
- Media cebolla.
- 1 pimiento verde.
- 2 tomates.
- 1 manojo de judías verdes (habichuelas verdes).
- 1 ramita de Perejil.
- 1 taza y media de arroz.
- 4 tazas y media de caldo de verduras.
- 1/2 taza de vino blanco de cocina.
- Aceite para el sofrito.
- Sal, pimienta, comino, pimentón de la vera y unas hebras de azafrán (opcional).
Se prepara un sofrito a fuego fuerte con los ajos, cebolla y pimientos bien salpimentados. Cuando este empiece a dorarse, bajamos a fuego medio y añadimos el perejil y el comino y, muy poco a poco, la media taza de vino hasta que se consuma completamente. En este punto, añadimos los tomates picados muy finamente, junto con las judías que habremos lavado y troceado y cocemos durante unos quince o veinte minutos.
Añadimos el arroz y cuando lo hayamos integrado bien en esta mezcla, añadimos el pimentón y el azafrán y el caldo que previamente habremos calentado. Cubrimos y cocinamos a fuego bajo hasta que el arroz esté al punto y el caldo se haya consumido casi completamente.
Damos cinco minutos de reposo fuera del fuego antes de servir.
P.S.: Las gracias de las que habla el título son las que quiero daros por haber hecho que esta semana el número total de visitas a este blog llegue hasta la cifra redonda de 150.000 visitas. Una bestialidad para un blog como este, pequeño y sin absolutamente ninguna pretensión más que compartir con vosotros fotografías y recetas de algunos de los platos que preparo en casa. Así que, de nuevo, muchísimas gracias por estar ahí durante los últimos cinco años.
El tritordeum, una harina de la que últimamente todo el mundo habla y que aun no había tenido oportunidad de probar y para cuyo estreno en mi cocina he elegido una hogaza clásica con masa madre de trigo. El resultado: Un pan "de los de antes", de miga prieta y amarilla, muy parecido a los panes catetos de Málaga.
- Ingredientes.
- Ingredientes.
- 200g de Masa Madre de trigo al 100% de hidratación (puede ser sustituida por un prefermento de iguales características).
- 1kg de harina de Tritordeum de El amasadero.
- 650g de agua.
- 3,5g de levadura seca de panadería.
- 1 cucharada sopera y media de sal.
- Un poco más de harina para el amasado y el banetón.
Unas horas antes de comenzar la preparación, refrescaremos la masa madre (o el prefermento) manteniendo el porcentaje de hidratación.
En un bol, disolveremos la levadura en el agua y después mezclaremos con esta la masa madre hasta que quede completamente diluida. Una vez diluido, añadiremos la harina y le daremos el primer amasado.
Dejamos reposar media hora y después añadimos la sal con un amasado enérgico. Una vez disuelta la sal en la masa (la textura cambia extraordinariamente), cubrimos el bol y la llevamos a la nevera durante 12 horas (toda la noche) para darle una fermentación larga.
Transcurridas esas 12 horas, la sacamos de la nevera y la amasamos de nuevo para mejorar la textura y ayudar a que atempere y después formamos el pan. Dejamos fermentar a temperatura ambiente en un banetón/molde unas 4 horas (dependerá de la tempera de nuestra cocina) y antes de que doble su tamaño, realizamos unos cortes en la superficie y horneamos sobre piedra a 225ºC durante 20 minutos y a 200ºC unos 40-45 minutos más.
Durante la primera fase del horneado, llenaremos de vapor el interior del horno para facilitar la extensión de la masa y mejorar la corteza.
Esta harina (¿tal vez por el tipo de molido?) requiere más agua que el
trigo ecológico para obtener una misma consistencia por lo que, si os
encontráis más a gusto, podéis hidratarla un poco más, aunque no es
necesario.
Esta de soda bread, es una sencilla receta para aquellos que no pueden tomar trigo ni levadura y quieren darle un poco de alegría a sus tostadas.
- 500g de harina de espelta.
- 1 c/c sal.
- 2 sobres preparado gasificante litines (o 2 c/c de bicarbonato y 2 c/c zumo de limón).
- 1 taza leche de arroz, almendras o equivalente vegetal.
- 1 taza de agua.
- 1 c/s miel.
- 1/4 taza de aceite.
- Opcional, Semillas para cubrir el pan.
Precalentamos el horno a 180ºC. Mezclamos los ingredientes secos hasta que la mezcla sea uniforme con los sobres morados del preparado (gasificante o bicarbonato), mezclamos los ingredientes húmedos y los sobres blancos del preparado (acidulante o zumo de limón) y después unimos ambos mezclando sin amasar.
Colocamos sobre un papel de horno formando un bollo, mojamos la superficie con las manos (como si fuese barro de modelar), le hacemos un corte longitudinal para facilitar su expansión y horneamos durante 30 minutos a 180ºC y 25-30 a 150ºC.
La receta original, y que aquí he simplificado, es Irish Soda Spelt Bread de The healthy chef.
La receta original, y que aquí he simplificado, es Irish Soda Spelt Bread de The healthy chef.
Me reconozco fan incondicional de Jamie Oliver. De su facilidad para hacer atractivos platos con pocos ingredientes, para que te apetezca meterte en la cocina en cuanto termina uno de sus programas y lanzarte a hornear o saltear cosas. Estos pequeños bollitos, de su programa Jamie's Great Britain, sencillos en cuanto a sus ingredientes y preparación e ideales para rellenarlos con queso o setas, son el resultado de uno de esos arrebatos "cocineriles".
- Ingredientes:- 1 taza de leche.
- 1 taza de harina de repostería.
- 1 huevo.
- Sal y pimienta.
- Aceite para engrasar el molde que utilicemos.
Precalentamos el horno a 225ºC y en él una bandeja-molde de las que se usan para preparar madalenas (o una docena de pequeños cuencos individuales tipo flanera). En batidora, mezclamos todos los ingredientes hasta que quede una masa completamente emulsionada y sin grumos.
Sobre la bandeja-molde muy caliente (y previamente engrasada para impedir que se peguen los puddings) repartimos la mezcla y horneamos de 12 a 15 minutos.
Sin necesidad de levadura, los yorkies se hinchan y se ponen esponjosos, con una textura similar a los petisús o profiteroles.
Es la harina de trigo ecológica del Rincón del Segura (molida a la piedra) una de esas harinas cremosas y doradas, pensadas para hacer hogazas rotundas y de cortezas crujientes. Esas hogazas que uno sólo quiere mojar en aceite y sal.
- Ingredientes:
- 1000g de harina.
- 600g de agua.
- 1 c/c levadura de panadería seca.
- 1 c/s sal.
Disolver la levadura en el agua tibia. Mezclar con la harina y dejar reposar media hora. Transcurrido ese tiempo, amasar con la sal y dejar reposar en la nevera unas ocho horas (o la noche entera si tenemos pensado hornear por la mañana) en un bol cubierto por film plástico.
Sacar de la nevera y amasar ligeramente. Dejar reposar hasta que se atempere, darle un amasado francés y formar el pan. Reposar durante una o dos horas en un banetón y tras hacerle un greñado generoso, hornear sobre piedra a 200ºC (el horno lo habremos precalentado a 225ºC) durante 30 minutos y a 175ºC 25 minutos más.
Aunque en verano hornear pan en casa (especialmente en estos días tan calurosos) se complica, me apetecía preparar un pan así: Tipo pan de molde, pero con poca grasa y ligeramente ácido, especial para sándwiches veraniegos.
- Ingredientes
Para el prefermento:
- 100g de agua
- 100g de harina de trigo integral.
- 1g de levadura seca.
- 1000g de harina de trigo ecológica a la piedra.
- 600g de agua.
- 1 vaso de yogur natural.
- 2 c/s de aceite de oliva virgen extra.
- 1 c/s de sal.
- 2g de levadura seca.
Se prepara el prefermento 8 horas antes. Luego se mezcla con el resto de ingredientes y se deja reposar en la nevera 12 horas. Se amasa y se deja reposar en molde hasta que doble el tamaño. Se hornea 50 minutos a 200ºC.
Un pan ligeramente integral, con un fermentado largo y copos de avena. Ideal para bocadillos vegetales de inspiración nórdica: Rábano o pepino, un poco de remolacha y algún queso cremoso.
- Ingredientes:
(Para el prefermento)
200g agua.
200g harina integral de trigo.
1g de harina seca de panadería.
(Para la masa)
600g de agua.
1000g de harina de fuerza de trigo.
2g de levadura.
1c/s de sal.
50g de copos de avena remojados.
- Preparación.
Mezclar los ingredientes del prefermento y dejar reposar 12 horas. Transcurrido ese tiempo, mezclar con el resto de ingredientes (en primer lugar los húmedos y después la harina). Dejar reposar de nuevo durante 12 horas (esta vez en la nevera).
Amasar, añadiendo los copos de avena y formar los bollos (unos diez de buen tamaño), dejándolos reposar durante una hora y media o dos horas (deben doblar su tamaño, aproximadamente).
Hornear a 200º durante 45 minutos.
El kadai paneer es un plato vegetariano, especiado y sabroso, cuya base es el paneer, un queso fresco que también puede ser sustituido por tofu con muy buen resultado.
- 250g de paneer (o queso fresco común o tofu).
- 5-6 tomates medianos picados.
- 5 dientes de ajo prensados.
- 1 trozo de jengibre fresco en juliana.
- 1 o 2 pimientos verdes.
- 1 y 1/2 c/s de semillas de cilantro.
- 1 c/c harissa.
- 1/2 c/s de garam masala.
- 1/2 taza de hojas de cilantro.
- Sal y pimienta al gusto.
Saltear el queso en una sartén y apartar. En la misma sartén, sofreír el ajo y el jengibre. Añadir los tomates picados y saltear hasta deshacer. Picar las semillas de cilantro y añadir con la harissa a la salsa de tomate. Seguir salteando hasta que el tomate quede casi convertido en pasta.
Añadir el pimiento y saltear ligeramente (ojo, queremos que quede crujiente) salpimentando y añadiendo el garam masala. Finalmente, añadir el queso y el cilantro, mezclar con el resto de ingredientes y servir con arroz blanco.
Antes de empezar la temporada fuerte de ensaladas frías, aprovechamos los últimos días de frio no excesivo calor para consumir proteínas vegetales en forma de cocidos y caldos con legumbres. Este es un clásico en casa: Un especiado cuscús vegetariano.
- Ingredientes:
- 1 cebolla grande.
- 4 dientes de ajo.
- 2 zanahorias grandes.
- 2 patatas.
- 350g de garbanzos.
- 2 tomates medianos.
- 380g de cuscús.
- 300g de calabaza.
- Jengibre fresco y 1/2 vara de canela en rama.
- Perejil y cilantro.
- Sal, pimienta y aceite.
La noche antes, se ponen los garbanzos en remojo (al menos 12 horas).
Se pican muy finas las cebollas y los ajos y se sofríen en una olla. Se añaden el cilantro y el perejil también picados y se saltean. Se añaden las especias y las zanahorias y cuando estas empiecen a dorarse se añaden dos litros de agua (hirviendo), los garbanzos y las patatas y la calabaza partidas en trozos irregulares. Salpimentamos, llevamos a ebullición y una vez rompa a hervir dejamos a fuego medio durante hora y media (Durante la primera media hora tendremos que desespumar el caldo).
Finalizada la cocción podemos servir el caldo y las hortalizas con el cuscú,s que prepararemos en una olla añadiéndole la misma cantidad de agua hirviendo que de sémola junto con un poco de sal y aceite y que cubriremos con su tapa hasta que el grano absorba el agua (al servir, podemos añadir un poco más de aceite para aderezar).
Probando nuevas harinas y nuevas texturas. Prefermento de centeno y un largo sueño en la nevera.
- Prefermento:
- 100g harina de centeno integral eco.
- 200g agua.
- 6g levadura fresca.
- Masa:
- Prefermento.
- 900g harina panadera recia ecológica.
- 500g agua tibia.
- 1 y 1/2 C/S de sal.
Mezclamos todos los ingredientes excepto la sal y dejamos reposar durante media hora. Transcurrido ese tiempo, añadimos la sal y volvemos a mezclar. Cubrimos con film, llevamos a la nevera y dejamos reposar durante doce horas (puede ser perfectamente un día entero).
Sacamos de la nevera, partimos la masa en dos y amasamos enérgicamente. Llevamos a dos moldes cubiertos con papel encerado (o barnizados con aceite y un poco de harina para evitar que se peguen los panes) y dejamos reposar hasta que las masas doblen su tamaño (unas dos o tres horas, dependiendo de la temperatura de la cocina, ya que la masa sale muy fría de la nevera).
Horneamos 15 minutos a 250ºC, 30 a 200ºC, apagamos el horno y sin abrir, dejamos unos 15 minutos más.