Este estofado de ternera es uno de esos platos que forma parte de mi memoria sentimental. En distintas versiones (con cerdo o ternera) e incluso diferentes nombres (patatas guisadas o carne guisada, según temporadas) este es un plato que me acompaña desde siempre. Y debo reconocer que, como le corresponde a una relación a tan largo plazo, hemos tenido nuestros más y nuestros menos y nuestros momentos amor-odio. Por citaros un ejemplo, cuando era pequeño no me hacía mucha gracia el sabor de la ternera y lo prefería de cerdo o, incluso, no comerme la carne (de ahí la versión patatas guisadas).
La versión que os traigo hoy la he sacado del primer tomo de La cocina paso a paso de Sarpe. Este libro, el primero de un coleccionable de principios de los ochenta y que debió ser algo así como una versión enciclopédica de las 1080 recetas de Simone Ortega, incluye no sólo un buen montón de recetas sino también un curso de técnicas de cocina y de preparación de todo tipo de alimentos, desde legumbres hasta aves de caza pasando por gelatinas o distintos tipos de grasas. Resumiendo, una joya de libro de cocina de madre y del que suelo sacar las recetas más clásicas de mi repertorio (estofados, caldos, pucheros, carnes mechadas, bizcochos,...). Ah, y ya que estamos hablando del tema: Mamá, no busques más el libro. Lo tengo yo en mi cocina...
Os dejo con el guiso de ternera y, como siempre, espero que os guste.
- Ingredientes:
- 500g de carne de Ternera para guisar.
- 500g de patatas.
- 1 cebolla mediana.
- 2 zanahorias.
- 100g de guisantes.
- 800g de tomate triturado.
- 2 c/s harina.
- Aceite, sal, guindilla, laurel, tomillo y perejil.
Limpiamos la carne de grasa y la cortamos en trozos para el estofado. La introducimos en una bolsa de plástico, la salamos e introducimos la harina. Removemos dentro de la bolsa hasta enharinar completamente y la apartamos.
En una olla ponemos un poco de aceite y en ella saltearemos la carne enharinada. Cuando comience a dorarse, la reservamos y comenzamos a pochar la cebolla cortada en pequeños dados. Una vez pochada, añadimos la zanahoria, cortada en rodajas finas, y los guisantes. Salteamos ligeramente y añadimos el tomate triturado.
Subimos el fuego y añadimos la carne y las patatas ya peladas y que habremos desgajado con el cuchillo (al desgajar favorecemos la liberación del almidón durante el cocinado y espesamos el estofado de manera natural sin necesidad de añadir espesantes).
Llevamos al punto de ebullición, añadimos una pizca de guindilla y el resto de especias, removemos y dejamos consumir a fuego muy lento aproximadamente una hora u hora y media (la patata debe quedar blanda y la carne bien cocida). Corregimos de sal y retiramos el laurel antes de servir.
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