Una receta sencilla para uno de los panes más sabrosos que han salido de mi horno.
- 200 g de masa madre de trigo (al 75%).
- 250 g de harina de fuerza.
- 150 g de harina de espelta integral.
- 100 g de centeno integral.
- 280 g de agua.
- 1 cucharada sopera de sal.
Calentamos el agua a unos 35º C y disolvemos en ella la sal. En un bol, mezclamos la masa madre y las harinas y amasamos. Añadimos el agua y continuamos amasando con energía hasta que la masa sea uniforme. Cubrimos con film plástico y dejamos reposar unos diez minutos.
Damos un amasado ligero (la textura ya habrá cambiado) y dejamos en un papel de horno cubierto con film plástico durante toda la noche (ocho o nueve horas) a unos 10º C. Si lo hacemos durante el día y la temperatura es mayor, deberían ser suficientes un par de horas o hasta que el pan duplique su tamaño.
Precalentamos el horno con la piedra de hornear y cuando alcance los 250º C, espolvoreamos ligeramente de harina el pan, hacemos unos cortes profundos para su expansión en el horno y lo introducimos en él. Transcurridos 20 minutos, bajamos la temperatura a 200º C y horneamos durante 25 minutos más.
Pues si que es fácil.
ResponderEliminarTendré que adaptarla a mi masa madre que está al 100%, pero es interesante.
Saludo.