- Ingredientes.
- 200 g de masa madre (al 100%).
- 500 g de harina de fuerza.
- 50 g de sémola de trigo.
- 260 g de agua.
- 1 cucharada de sal.
De la masa madre, que habremos refrescado el día anterior de la elaboración del pan, separamos 200 g. y reponemos esa misma cantidad antes de guardarla de nuevo (respetando el porcentaje de hidratación de la misma).
Añadimos a un bol para su amasado la harina de fuerza, la sémola y la sal. Mezclamos bien harina y sémola, agregamos la masa madre y comenzamos el amasado. Mientras, calentaremos el agua a 30º, añadimos a la masa y seguimos amasando hasta que tenga buena textura y todos los ingredientes estén correctamente mezclados. Cubrimos con un film plástico y un paño y dejamos leudar en ambiente caldeado durante dos horas o hasta que doble su tamaño (puede necesitar más tiempo si el ambiente es frio).
Amasamos ligeramente haciendo pliegues para desgasificar y dejamos reposar de nuevo durante unas tres horas.
Una vez alcance su volumen, espolvoreamos ligeramente con harina, hacemos un corte longitudinal para permitir que se expanda por la zona de corte, llevamos al horno que habremos precalentado a 200º y vaporizado ligeramente y allí hornearemos sobre la piedra durante 45 minutos a temperatura constante. Una vez horneado, dejaremos enfriar en una rejilla para quede más crujiente.
Que ganas tenia de ver una nueva receta !!
ResponderEliminarGenial, ese pan tiene una pinta super rica :)
Que curioso con sémola,
Saludos
¡Buenos días!
EliminarPues no te creas que no he estado cocinando cosas ricas y publicables pero entre las que no he documentado adecuadamente y una de esas crónicas faltas de tiempo para dedicarle al blog en los momentos de inspiración que nos suelen suceder a todos de vez en cuando, no he podido actualizar la página.
El pan ha salido riquísimo. La sémola le da un toque muy rústico a la miga y el no comenzar el horneado a 250º (como he hecho otras veces) ha hecho que la corteza esté menos crujiente pero, a cambio, ha mejorado el sabor general de la misma.
Saludos.
Llevo un rato dándole vueltas, y es que claro, yo siempre alimento la masa de 100 en 100, no me salía esa cantidad que tu usas, con lo fácil que es alimentarla con más cantidad.......
ResponderEliminarPues mira que tengo sémola de trigo, y no se me había ocurrido ponérsela al pan...........
Gracias.
Besos.
¡Hola!
EliminarEl usar esas proporciones en la masa madre (múltiplos de 100g con 100% de hidratación) me facilita mucho el cálculo de tamaño y la renovación de la masa aunque también es cierto que últimamente estoy utilizando la calculadora de hidratación de masa de Josh Cronemeyer y para los panes de trigo es extremadamente útil independientemente del tamaño del pan (este, por ejemplo, acabó pesando un poco más de un kilo), de la cantidad de MaMa o de su hidratación.
Como le decía a galletanas, la semola cambia la granularidad de la miga y le da un toque rústico muy bueno.
Saludos y gracias a ambas por la visita.
Creo q todavia no he preparado ningun pan con semola...tendré q hacerlo pronto
ResponderEliminar¡Vaya día de visitas ilustres que está teniendo hoy el blog! ¡Qué alegria veros por aquí! :D
EliminarCreo que antes no he dicho nada pero es importante que sea sémola fina como la que se usa para espesar sopas y cremas.
Saludos y gracias a ti también por la visita.